Ejercicio práctico al final del post
Son muchas las herramientas que disponemos hoy en día y una de ellas es el Coaching, aunque nos empieza a resonar en estos últimos años, ya desde los años 70 se empieza a practicar en el ámbito deportivo, un profesor y Capitán de la Universidad de Harvard del equipo de Ténis, llamado Timothy Gallwey, comprueba que si dos personas están igualmente preparadas pero una pierde y otra gana, no solo depende del cuerpo, sino también de la mente, y por ello crea un método y libro titulado “ El juego Interior”.
“Siempre hay un juego interior en tu mente, no importa que esté sucediendo en el juego exterior. Cuán consciente seas de este juego, podrá marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el juego exterior” Timothy Gallwey
Es John Wiltmore exitoso piloto de Carreras y empresario quien decide establecer una escuela de Tenis y esquí basada en los principios del Juego interior de Timothy y funda “Performance Consultants” sentando las bases del Coaching a nivel empresarial.
Hay diferentes corrientes de coaching, la más utilizada, la Europea, que es en la que nosotros no centraremos. Se basa en tres principios: La toma de conciencia, la confianza en uno mismo y la decisión (deseo de moverse hacia la acción).
Los procesos de coaching buscan en todo momento facilitar a la persona esa toma de conciencia mediante preguntas y ejercicios para trabajar nuestras creencias, nuestros comportamientos, nuestras emociones, todo ello con el fin de darnos cuenta de cual es la situación actual, hacia donde queremos ir, y que necesitamos para llegar a nuestro objetivo, todo esto hará que se establezcan planes de acción para conseguirlo.
Es muy importante diferenciar el coaching como herramienta, de la terapia, son cosas totalmente diferentes, y muchas veces por desconocimiento no sabemos que podemos trabajar exactamente si contrato a un Coach. Recuerdo cuando empecé la Certificación de Coaching, una de las formadoras del Instituto Europeo de Coaching que nos explicó la diferencia con una metáfora muy interesante.
“Cuando vas en coche y se te pincha una rueda, el terapeuta o psicólogo analizaría porqué has sufrido el pinchazo, en cambio el Coach pondría un parche para que puedas seguir conduciendo y avanzando”.
Esta metáfora explica muy bien cuál es el campo de cada uno y de qué forma se trabaja.
Por otro lado estos procesos están destinados a cualquier persona , ya sea niño, adolescente o adulto, para que tome conciencia, de una forma sencilla y que con solo verbalizar lo que llevamos dentro podamos ser conscientes de lo que ocurre, nosotros tenemos las respuestas, el coach facilita esa verbalización y esa conexión contigo mismo.
Os invito a que probéis un ejercicio muy sencillo que aumenta nuestra autoestima y que solo os llevará 5 minutos.
Busca un momento de privacidad, y ponte delante de un espejo, observate durante unos segundos a los ojos y di lo mucho que te quieres, abrazate, permanece así durante unos minutos, y respira profundamente, piensa que te hace sentir ese abrazo, confianza, seguridad… lo que se te pase por la cabeza, y por ultimo dile a tu yo, lo que eres capaz de conseguir, no sientas ninguna inhibición por decirte lo que sientes… solo mírate y quiérete..
Aunque os parezca un ejercicio muy básico, es un hábito muy sencillo que puede darnos más confianza y amor en nosotros mismos.
Ya sabéis, todo empieza por valorarnos y querernos a nosotros mismos.
Os espero en el próximo post.
Un abrazo.